miércoles, 30 de julio de 2008

Palabras



A veces las palabras agotan el sentimiento, dejan a la luz una tenue oscuridad que nos vuelve cómplices de mentiras nunca dichas. Ocultando lo que somos para vivir como queremos, como quiere el resto, tejiendo en nosotros la sonrisa perfecta, el camino ideal, las señales sencillas a acciones tan diversas como complejas.

Yo no narro, yo siento y lo que siento lo imprimo en la nada de esta hoja hecha vida solo por mí. Son segundos que vivo de espaldas a sus palabras y dejo ocultas las propias zanjándome en cuerdas afinadas de mi propia locura.

Son momentos tibios de sentimientos fríos que olvida el alma al andar, son palabras truncas que se vuelven tuyas al leer, son los mismos segundos que mueren tras de mi, tras de ti, tras del mundo que es el único ajeno a todos nosotros.

Otra vez la misma mala costumbre de perderme entre versos olvidados para confundirme, confundirlos, olvidarme de todo y vivir una vez mas en la amnesia de esta palabra que es tan tuya como mía en la eternidad de un para siempre.

viernes, 25 de julio de 2008

Un amor en el tintero

Si te digo que te extraño con amor diré quizás que es un pedido del alma por lavar de mi memoria tus besos.

Julián, hombre de nacimiento, escritor sin vocación y romántico sin causa, mantenía la esperanza de escribir algo que la enamorara.

Si tú y yo somos la razón extinta de mil besos perdidos quisiera pedirte en esta ausencia de la palabra por tu corazón y por el mío.
Helena, mujer de nacimiento, musa sin compasión, mil poemas ajenos en la boca de un narrador.

Si yo fuera tuyo y tú fueras mía, te prometo una vez cada noche, amarte por el resto de mi vida y si fuera parte de tu propia alegría, nunca más me alejaría.
Carlos, ladrón de nacimiento, amante de las noches más oscuras de Helena, acusado de amar sin amor y culpable de lágrimas ajenas.

Tu lo amas a él mientras te amo y se pasa mi vida lentamente sin tus miradas, sin tus sonrisas, sin tu querer, y aún así sonrío, porque queriendo o sin querer aún de tus recuerdos vivo.
Mariana, Ángel eterno, por enamorarse de un hombre de nacimiento, desterrar al ladrón y obviar a la mujer, su felicidad reside en su palabra y sus penas se borran con el tiempo, porque por ahora lo quiere y mañana lo amara. Gracias a ella, a una mujer de nacimiento, aquel hombre olvidara.

Gracias por enamorarte de mis fantasías y vivir en mis más fingidas realidades, porque fue por ti que dejé de soñar despierto y vivir dormido ya que en tus besos vivo y en mis versos duermo.
El hombre, escritor sin vocación, arrugo por quinta vez una servilleta de papel y la lanzó a la nada, frente a él estaba ella sonriendo.

-Y dime, ¿Qué me has escrito?
-Que no necesito escribir cuando te tengo
Sus miradas se apagaron en un beso, porque a veces, solamente a veces, ni la tinta ni el papel tienen la fuerza, del amor de una mujer.

lunes, 21 de julio de 2008

El gnomo y el árbol de frambuesas

Hace mucho tiempo comencé a escribir cuentos infantiles para un colegio de bajos recursos. La mecánica era simple, iba con un cuento, se los leí a los niños y luego les daba una hoja de ejercicios de comprensión de lectura, fui unas cuantas veces personalmente aunque aún sigo escribiendo y enviándolos para allá, se me ocurrió colgar uno de los cuentos que escribía (para niños entre 3 a 7 años de edad), si les gusta el cuento y tienen niños, pueden leérselos jeje



*agregué algunas respuestas que usualmente me dan los niños cuando les leía un cuento y de alguna forma el post es para agradecer a toda esa gente que lo hace siempre, que ayuda a la educación sin esperar nada a cambio, es una labor bastante sacrificada y aunque mi experiencia fue bastante corta, fue bastante buena también....






Érase una vez en un reino lejanoooo, no, no, lejano no, de hecho, era un reino cercano, tan cercano tan cercano que todo el mundo lo conocía. Donde siempre hubo un rey, una reina, un príncipe y una princesa. Un gnomo, un bufón y un árbol de frambuesas.

Niño: ¿Qué es un gnomo?
Niña: ¿Qué es un bufón?
Niño: ¿Qué es una frambuesa?

Un gnomo es un enano amargado que vive triste y sin prisa, un bufón es un hombre que le gusta reír y hacer reír a toda prisa y una frambuesa es una fruta casi tan rica como una cereza.

Que extraña combinación para tan grande reino y tanta belleza, pero no todos eran buenos ni veían la vida color frambuesa. El rey era un hombre feliz he intentaba que todos fueran felices, las aves cantaban más fuerte cuando salía a su balcón y la gente aclamaba su nombre cuando cantaba una canción, pero había una sola cosa que el rey no dejaba. Que ningún hombre, mujer o niño se acercara al árbol de frambuesa, ni siquiera su tan querida hija, la pequeña Teresa.

Una noche de tormenta que la reina no tuvo en cuenta, los dos pequeños salieron a jugar al jardín del reino. Reían y corrían bajo la lluvia, sin miedo a los relámpagos y a los rayos. El gnomo que se llamaba Delayo los vio desde lo más alto del un árbol. Gruño, gritó y gimió para que los niños se marcharan, pero los niños aún con ganas cantaban.

El gnomo muy molestó se alejó, pero antes, de la rabia, una frambuesa arrancó y sin pensarlo, se la comió. Al día siguiente, el rey muy bueno, de furia estalló. A los niños ante todo el reino castigó y ellos en llanto dijeron “el gnomo se las comió”.

El Gnomo rió, acusó y mintió “Fueron ellos mi rey, fueron ellos” pero antes de que el rey los castigara se percató que entre risotada y risotada un pedazo de frambuesa escapaba. Al darse cuenta de su error el gran rey pidió disculpas y al gnomo arrestó. Pero los niños de buen corazón y con razón, le pidieron al rey por el perdón, del gnomo y su traición.

El rey conmovido y satisfecho, dejó libre al gnomo en el momento. Y antes que se acabe el cuento, el amargado gnomo acabó contento. Mas contento que el Bufón que no llegó a entrar al cuento.

Narrador: Bueno Niños, ¿que aprendieron de este cuento?
Niños: ¡Que los gnomos son malos!
Narrador: No, que aunque a veces la gente haga cosas malas, nosotros debemos mantener un buen corazón, como los niños y perdonarlos…
Narrador: ¿Les gusto el cuento?
Niños: Siiii!!!!
Narrador: ¿Quieren otro cuento?
Niños: Siii
Narrador: Entonces la próxima semana se los cuento
Niños: Nooooo

miércoles, 16 de julio de 2008

Espuma para el alma


Juntos dos amigos de la infancia, hoy, hombres. En el círculo perfecto de una mesa que solo trae recuerdos aún cuando la bulla es intensa. En el rincón de una barra, que trae consigo su mismo nombre, toma en un trago seco su pena; representada hoy en el integro de una cerveza.

No hay palabras de por medio, son sonidos mudos de gente aullante, él entiende su dolor sin preguntas y él se pregunta si el dorado de su bebida mitigará su mal.

Son los latidos de un corazón que no sabe a que ritmo palpitar cuando la nombran, son recuerdos que no sabe olvidar cuando no piensa, son momentos que no sabe rescatar cuando no está.

¿Todavía la amas?

Él lo mira como desconociendo a un amigo, volviéndose por segundos tan sólo un extraño.

Ya no, pero aún escribo de ella

¿Acaso el amor se esconde entre sus letras?, perdiéndose en el vacío de almas ajenas al tiempo, vuelve a darle un sorbo al olvido, aleja la vista de su vaso que distorsiona por un momento una realidad irreconocible.

Varios metros mas allá, una mujer sonríe, él sonríe aunque sienta tristeza de serle infiel en un solo gesto.

Te está mirando, vamos que ya pasó suficiente tiempo, deja la cerveza y anda háblale.

Ya no sabe como hacerle entender que la perdió, aunque él sepa perfectamente que lo entiende, ella y él son como dos tormentas en el desierto, Giran apoyados en la nada y aún así se encuentran y en toda su imperfecta existencia mantienen la calma en su centro.

¿Qué es lo que más amaste de ella?

Su mirada traspasa el cristal de su cerveza y busca una respuesta simple porque sabía que era demasiado difícil explicar el amor.

Sus defectos

El silencio los envolvió, no esperaba esa respuesta

Sin sus defectos no hubiera podido enamorarme de sus virtudes

¿Cuáles son sus virtudes?

Son todos sus defectos

Se miraron, se rieron, volvió la mirada una vez más hacia la gente y la vio mirándolo fijamente, su sonrisa no había desaparecido.

Salud entonces.

¿Por sus defectos?

No, por los defectos que le puedas encontrar a otra sonrisa en tu locura.

*Dedicado a las locuras ajenas y las palabras extrañas