sábado, 23 de junio de 2007

El Cuerpo

Como si se extinguiera una luz en el camino dejo de ver el sol y me imagino siendo yo sin este cuerpo, sin estas palabras, sin estos recuerdos y dudo… Que es el alma si olvido todo lo vivido. Que sucede si despierto un día bajo una nueva luz y sin la memoria de lo que alguna vez fui. ¿Habrán valido de algo mis obras en un pasado que ya no existirá nunca más?

Seré bueno esta vez, o seré malo y entonces ¿Qué es bueno y que es malo?, ¿quien define las reglas?, ¿cuales son?, como se juega este juego al que llamaos vida y ¿para que?, ¿si se borrara mi vida hasta este punto, hasta esta letra, hasta este momento, todas mis palabras lejanas valdrían algo o simplemente nada?, ¿sentiría algo al leer mis emociones, o serian los sentimientos de otra persona que vivió antes que yo en este mismo cuerpo?


Hoy miro el sol por primera vez en una vida, y guardo un minuto de silencio por el que alguna vez fue, alguien llamado yo. Nací con el don de la palabra y el lenguaje de la razón. Me enseñaron otra vez que existe Dios y me dijeron que alguna vez ese hombre que alguna vez fui, creyó en él fervientemente hasta morir. Tengo una madre que dice amarme pero no recuerdo el amor, tengo un padre que me enseño a ser niño, a ser hijo, a ser hombre pero sus enseñanzas se perdieron y hermanos que dicen, alguna vez los hice reír.

Pero reviso mi mente y esta en blanco, observo sus rostros y no siento nada, respiro este aire cargado de pena y ansiedad y entiendo poco, veo a un padre a una madre y a un hermano que esperan que en mi reviva aquel muchacho que añoran, pero el ya no esta, estoy yo, una pizarra en blanco que decidirá si quererlos, si respetarlos, si honrar la memoria de la muerte que vive en mi como un recuerdo vacío.

Me di muerte un veintisiete de julio del cual no tengo recuerdo y nací entre sabanas blancas, como todos, en un hospital, de la mano de algún doctor que abrió mis ojos y vi la luz por primera vez. Algunos lo llaman amnesia, yo no le busco un nombre ni una razón.

Escucho entre sollozos a una madre y sus plegarias, agradece a Dios la vida de su hijo, pero es mentira, a sobrevivido un cuerpo, pero la mente del que fue, su conciencia, ya no esta conmigo, y si no esta conmigo, entonces tampoco el alma y si nunca hubo un alma; sus plegarias son tan vanas como su destino.

jueves, 21 de junio de 2007

Alejándome de las sombras




En mi oscuridad me pierdo a mi mismo, en mis palabras solo escucho el silencio, en cada recuerdo olvido tu nombre y gano un minuto menos de vida. Este es el hombre que amaste alguna vez mujer de oscuros placeres y falsas verdades, fuiste única en el sentido más literal de la palabra pero de tantos como solo esta hoja puede ocultar.

No planeo escribirte mas porque me destruyes con cada frase en la que estas ausente, Me dejaste solo y te perdono, lo que no acepto es la maldita soledad que dejaste al marcharte. Déjame respirar lejos de tu perfume y no te pido que me devuelvas el alma, tan solo el corazón.

Ya no soy lo que amaste alguna vez si es que alguna vez amaste, ya no eres para mi la dueña inexplicable de mis mas grandes placeres, la musa interminable de mis mas cortas genialidades, ahora soy yo sin ser de ti aunque aun duela; eso eres para mi, el punto extinto de una mirada perdida, de un recuerdo olvidado en una frase marchita, solo yo en compañía, de tu soledad.

miércoles, 20 de junio de 2007

Caso: Wachiman (100% Peruano)

Aunque no es usual para mi colgar textos que no sean netamente literarios, sentí necesario colgar esta pequeña observación antropologica que escribí como critica social:






Desde la primera vez que alguien se acerca al guardia de seguridad y le dice: wachiman, ya esta siendo racista de una u otra manera. Con esta idea en la mente me acomodo en lo que será mi punto de observación por las próximas horas, a escasos metros de las escaleras de entrada a Larcomar observo detenidamente a un hombre como muchos otros en el país, un guardia de seguridad mas conocido en nuestra sociedad como WACHIMAN.

Llego a las 6:30pm del sábado dieciséis de junio del 2007, Larcomar y sus alrededores esta repleto de una variedad de personas de diferentes estratos sociales; pienso por un segundo y encuentro en ese mismo pensamiento un poco de racismo, sin haber hecho una investigación ni haber preguntado a nadie separe casi sin pensar a la gente en dos grupos, los que tienen y los que quieren tener. No solo por el color, diría que el color esta en ultimo lugar, predominó la lectura de los cuerpos, sus expresiones y el manejo del lenguaje, lo que me facilitó separarlos en los grupos antes mencionados y sin darme cuenta practique el racismo de una manera encubierta y prácticamente sin ser conciente de dicho hecho.

Sacudiéndome un poco esa idea en busca de una observación lo mas objetiva posible me dedique a capturar las actitudes de la gente hacia esa profesión en especifico, En un contexto mas objetivo aísle dos grupos ya no por una distinción racista aunque aun con rasgos subjetivos; un estado mental del peruano promedio:

1) El primer estado mental era el del individuo sin problemas económicos, aquellos que con su forma de andar o de mirar denotaban cierta seguridad, esa que solo puede dar el dinero y la posición social. A este estado lo denominare como poder de cuna. (nacidos con privilegios)

2) El segundo grupo o estado mental que percibí fue el de aquellos individuos mas inseguros, que cuando caminaban solos parecían cargar con un escudo que los protegiera contra miradas racistas, que sabían que su posición en el país estaba por debajo de un grupo social que muchas veces no se merecía estar donde estaba, pero que cambiaban totalmente desinhibidos cuando iban acompañados de un grupo de personas de su mismo estrato social, a este grupo lo denomine poder de grupo. (membresía a un subgrupo especifico)

Con esto me di cuenta de dos cosas importantes, ninguno de los dos grupos carece de poder solo que son activados por diferentes mecanismos y son regidos por la psiquis humana.

¿Por qué la necesidad de separar a estos dos grupos?, me explico; cuando me encargue de describir al sujeto en estudio (el agente de seguridad) resumiré utilizando estos estados mentales por cual y como se están viendo afectado en cada situación.

Comencé observado sus rasgos físicos, era un sujeto de aproximadamente 1,74 de altura, de semblante duro como si la necesidad de defenderse de la sociedad ya lo hubiese cambiado mucho antes. En las cuatro horas y media de observación, no lo vi sonreír, mucho menos bromear con alguno de los compañeros de seguridad que se acercaban a él esporádicamente, aunque podría ser un rasgo de su personalidad no descarté la posibilidad que fuera a causa de haber lidiado antes con el racismo que su profesión genera una y otra vez en el transcurso de su vida adulta y digo adulta para delimitar mi análisis de personalidad y evitar la necesidad de rasgar profundamente en una mente que hasta el momento simplemente era de percepción propia.



Hubieron pocos momentos en los que resalté una confrontación racial y si es que realmente las hubo fueron totalmente solapadas, la primera a causa de el poder de cuna, una chica de aproximadamente 23 años, alta, de contextura delgada y un semblante coqueto, se incomodó al notar que el guardia la observaba y lo resolvió dándole la espalda y mostrando una notable mueca de desaprobación, acto seguido el guardia baja la cabeza como si estuviera avergonzado y a grandes zancadas se aleja del lugar pero sin descuidar la zona a su cargo.

Después de titubear un segundo a causa de la situación intento dar una lectura objetiva al suceso aunque vuelvo a recalcar siento que mis opiniones están cargadas de subjetividad. En pocas palabras ha sucedido lo siguiente: la chica al darse cuenta que alguien como un wachi la ha observado se siente asqueada (en falta de un mejor término) se da la vuelta para darle a entender que ella esta totalmente fuera de sus posibilidades y el guardia de seguridad que quizás ni siquiera estaba observado de otra manera que no fuese la de una mirada perdida haya notado el cambio de actitud y se haya sentido ofendido pero con impotencia, al saber que no podría aclarar la situación dejándole como ultimo recurso alejarse del lugar.

Un segundo incidente se dio lugar justo antes de que abandonara mi lugar de observación para dar por terminado mi análisis. Un hombre de mediana edad, de tes oscura y ropa desarreglada se acerca al guardia con seguridad y antes de estar junto a él deja en el aire un comentario “eh amigo tienes hora”, el guardia se da la vuelta y sigue caminando ignorando completamente la petición del segundo individuo, este repite su pregunta pero la situación anterior se repite, se aleja enfadado y al cabo de cinco minutos se acerca al guardia acompañado de dos personas mas y aunque no escucho con claridad lo que dicen rescato de uno de los amigos de aquel individuo un “oe huevón, estas sordo”. En esta situación el guardia no baja la cabeza, se enfrenta a los tres individuos y todo se calma cuando otros dos agentes de seguridad se acercan a intervenir.

Para mi, esto tiene una lectura un poco mas fácil que la primera situación, en primer lugar el agente de seguridad no se siente intimidado por alguien que asume no esta lejos de estar en su posición social, aquí se desencadena el denominado grupo de poder, el sujeto en cuestión va en busca de sus amigos para enfrentarse a una situación que decide no afrontarla solo, el guardia reacciona, no permite que personas “aparentemente” del mismo nivel social que él lo agredan de ninguna forma, acá reluce el autoracismo que se inflinge el guardia al tener dos formas de reaccionar ante un mismo tipo de agresión.

En conclusión, el racismo no es solo algo que se a gestado en nuestra realidad, no es “algo de peruanos”, es también un “estado mental” que conoce victimas y victimarios, es un sentimiento de segregación para una sociedad cada vez mas fragmentada como la peruana y hasta que no encontremos una forma de combatir este cáncer en el sistema y la sociedad peruana, seguirá acabando con la unidad de un país en crisis que con mas frecuencia esta siendo impulsado por discursos de rechazo, odio y resentimiento

viernes, 8 de junio de 2007

Mi Certeza

Te miraba con la certeza de estar viendo la belleza hecha mujer, observaba como quien entiende el alma y describe el corazón. Y mirando un espacio vacío te veía jugar entre mis palabras. Eres la imagen muda de mis deseos y aun así no encuentro palabras para describirte, no encuentro el momento para explicarte y no me queda más salida que tan solo soñarte.

Así comenzó mi verso, del nacimiento de un nuevo día, como quien abre los ojos por primera vez y ve la vida como nunca antes se había visto, como algo nuevo, como algo que no entiendes pero que debes amar o dejas de existir ante la posibilidad de odiarla. Así te vi la primera vez que te cruzaste en mi mirada, se borró el recuerdo de cualquier otra mujer antes que tú y exististe en mí para siempre en un solo segundo.

Empecé a vivir solo para conocerte y que una sola de mis palabras cautivara tu mirada, me enseñaste a amarte sin señales, sin lecciones, sin momentos. Aprendí de solo verte y escucharte. ¿Qué es el amor?, para mi el amor es negro como tus ojos y suave como tu piel pero aun mas importante, es misterioso como tu caminar, como aquella danza de caderas que hipnotiza y esa sonrisa que solo tu sabes mostrar.

Recuérdame en el anonimato de tu pasado, yo te haré inmortal junto a mi tinta, sin decir nunca quien eres, ni tu nunca quien soy, para amarnos una vez mas en silencio como te enseñe yo y lo aprendiste tu. Puedes olvidar este verso, esta carta, este momento vivo que se volvió perpetuo pero no olvides este corazón que murió en mi pecho pero vive por siempre en el tuyo.