domingo, 20 de mayo de 2007

La Isla

Los gritos en esta isla se extinguen antes de ser escuchados, la muerte y la desgracia forman parte de su maldición pero existen momentos en los que un solo hombre puede cambiar el destino, caminaba por las calles sucias de tortuga, se había alejado de la carcajada de los borrachos y los gemidos de las prostitutas, caminaba solo, siempre solo. Su espada lista para matar reposaba en el lado izquierdo de su cinturón.

Un grito diferente pero aun común escapó de uno de los callejones cercanos a él, era un pedido de auxilio como tantos otros, quizás alguna pobre mujer se había topado con la mala suerte de encontrarse con un pirata saciado de alcohol pero hambriento de sexo, cosas que siempre sucedía en este pedazo de infierno pero por algún motivo esa noche quiso cambiarlo, quizás tan solo porque se encontraba de mal humor y ese hijo de perra había colmado su paciencia, quizás era algo mucho mas profundo o quien sabe, quizás así tenía que suceder. El hecho no estuvo en el suceso sino en sus acciones. Se acercó a aquel callejón con el mismo ritmo de siempre, la palma de su mano acarició el mango de la espada. Una grotesca y gigantesca bola de grasa tenía apresada a una hermosa gitana, sus ojos café estaban ahora vidriosos y las lagrimas recorrían una hermosa mejilla blanca tostada por el sol, una larga cabellera negra se movía agitada tratando de liberarse de su opresor y un mechón rojizo caía delicadamente entre sus ojos, unos labios finísimos esquivaban los besos que le intentaban dar y unos muslos perfectos quedaban a la luz a través de un largo vestido que ahora se encontraba rasgado.

- Déjala - fue lo único que dijo mientras desenvainaba su espada, el sonido que causó el roce de la hoja con la funda creó una melodía de muerte tan sutil que detuvo el tiempo por un segundo

El hombre que aún tenía a la gitana en sus manos le dio un golpe brutal que la hundió en la inconciencia, dio la vuelta con dificultad y escupió palabras carentes de significado, dejó a la luz una navaja larga y bien afilada, rastros de sangre seca aun permanecían en la hoja, sin mas palabras de por medio se abalanzó contra el defensor quien lo esquivó con facilidad haciendo perder el equilibrio a su oponente, el gigantesco hombre intentó ponerse de pie pero el alcohol y el sobre peso le dificultaban la tarea, su historia terminó ahí, una espada ingresó sin piedad por su nuca y terminó en su garganta, la sangre se mezcló con el lodo y una vida mas se extinguió en esa isla maldita. Acercó una tela blanca y limpió la hoja.

- Lo mas probable es que este muerta – pensó mientras se acercaba a la gitana, puso su brazo alrededor de la cintura, formadas por curvas preciosas que describían con el tacto la hermosura y una piel tan suave que despertaba el libido del mas inocente, levantó su cuerpo con cuidado, posó sus dedos en la yugular y se dio con la sorpresa de que aun vivía.

Conocía un solo campamento de gitanos en esa isla, estaba a casi dos horas del lugar, pensó por un momento en dejarla ahí, el viento hacia danzar ese mágico mechón rojizo que parecía tocarle el alma, un alma que creía muerta. Caminó por dos horas y media con la mujer en sus brazos hasta divisar un pequeño fuego, ese debía ser el campamento. Se acercó y antes de darse cuenta estaba rodeado por una docena de gitanos, descendió el cuerpo lentamente y lo dejó reposar en el suelo, se dio media vuelta y preparó su camino de regreso pero los gitanos habían formado un círculo alrededor de él.

Liberó su espada una vez mas pero ahora el sonido no llegó como una dulce melodía sino como un chillido peligroso – esta espada a derramado suficiente sangre por una noche, no me obliguen a mas – un anciano se acercó a él y le dijo – baja tu espada y vete en paz que esta noche no he visto sangre para mi gente sino esperanza.

No dijo mas, no respondió, guardó su espada y se marchó.

sábado, 19 de mayo de 2007

Soledad

He pasado un gran tiempo sin verte
Pero no hay un solo día que no estés presente,

Dejaste en soledad
Un corazón solitario
Y en silencio un alma sin palabras

Déjame aclararte
No hay forma de olvidarte
Aunque pase noches en vela
Y días en pena
Tu recuerdo es mi condena

Te dije que me alejaría
Que sin ti moría mi alegría
Pero contigo mi corazón se retorcía
Entre el sueño y la realidad
La fantasía se extinguía.

domingo, 13 de mayo de 2007

Una mirada hacia adelante

Las manos del soldado tocaron sus cabellos rubios con delicadeza y por primera vez sus ojos muertos revivieron en ella, la tenía al frente y la había tenido durante tanto tiempo que gozaba del olvido de amar, recordó a la mujer que le juró amor eterno pero ya no estaba con ella, lo había dejado solo, Ese Dios al que tanta fe le tenía se la había llevado de la peor manera y ahora él ahí, con ella, sin saber como amarla, sin querer amarla pero amándola al final de cuentas, nunca lo vio llegar. Siempre la quisiste pero nunca te diste cuenta de tus sentimientos hasta esta noche, le dijo una voz semi distante a la que llamo alma, la mujer lo miraba con una mezcla de sentimientos que no podía describir tan fácilmente, estaba mirando a los ojos a un extraño o a un amigo. O quizás ninguno de los dos, ¿Quién era aquel hombre que le había robado un beso?

Su cuerpo tenso no encontraba respuestas y el brillo en sus ojos alimentaban el alma de un hombre que había prohibido llevarla en esa vida, la miraba fijamente y sabía por primera vez en su existencia que iba ser imposible cumplir con su misión, la delicadeza de su corazón lo poseía vencido y aun estaba de pie, peleando contra sus demonios, una de las peleas mas infames y violentas que se pueden dar, y de nuevo estaba ella pero no lo sabia o quizás si, pero no podía decir nada, el soldado se sintió atrapado entre dos cuerpos.

El tiempo se había detenido, sus manos recorrían la ternura de su piel y sus ojos habían quedado suspendidos en la nada de sus miradas, los dos intentaban encontrar respuestas en ellos sin palabras de por medio y no podían. Ella acercó lentamente la palma de su mano y la colocó en su pecho, sintió los latidos de su corazón con fuerza, un golpe palpitante tan fuerte que parecía pedirle auxilio, juntaron los labios nuevamente pero esta vez no se quedaron inmóviles en el frío de la incertidumbre sino que los dos respondieron a un impulso mas allá de lo explicable.

"Te lo revelare todo cuando pueda", logró decir en ese silencio poético que los envolvía y como una sombra desapareció en la oscuridad de la noche y ni el rocío de la hierba delató sus pasos.

sábado, 12 de mayo de 2007

Las Memorias de Brasco - Capitulo I

Caminaba entre las calles limeñas como un zombie nocturno de aquellos que han perdido el alma por un exceso de ese algo que no podríamos definir como vida, Caminaba de una forma poco natural a causa de una herida en la pierna que lo hacia temblar de dolor toda las noches, aunque hoy solo fuera una cicatriz, curioso es el poder de un recuerdo amargo.

Su esencia caracterizada por un suave “aftershave” en una poblada barba, le daba un aire de descuido a aquel extraño que seguía su camino si es que tuviese alguno, sus ojos verde oscuros se perdían con la noche y sus pómulos ahora mas delgados lo hacían verse desganado aunque mantenía una contextura gruesa y montaraz, Ese era Brasco, un hombre que siempre fue de pocas palabras, sobre todo después del trágico accidente que le quitó la vida pero no lo alejó de este mundo.

En otra parte de ese limbo se encontraba ella, por ahora sin describir sus formas ni su esencia, remitiéndome solo a una larga y gruesa cabellera de un tierno marrón, un uniforme blanco que cubría un hermoso cuerpo y sus ojos antes llenos de vida ahora se encontraban vanos, su alma quizás rondaba perdida en un recuerdo mientras que su reflejo se perdía en una ventana que proyectaba el mundo, uno que ella no había vuelto a acariciar.

Así comienza su historia, exactamente cuando terminaba otra, después de acabadas sus vidas se relata hoy un pasado que nos hará tocar el presente he imaginar el futuro, tres componentes esenciales que carecen de lógica en la vida de estos dos personajes, quizás ficticios, quizás tan reales como tu y yo….

viernes, 11 de mayo de 2007

Perdonada

Ocupas el ultimo espacio del alma, de la misma que decidiste dejar a su suerte cuando te declaró que aun vivía y era solo para ti, perdónale las indiscreciones porque él te perdonó el dolor que le causaste, aunque ahora sabe que no hay nobleza en ti, que no existe mas que una mentira maquillada entre tu sonrisa y tu verdad.

Perdóname por tener fe en ti, por tener fe en ellos, por tener fe en el mundo, perdóname por perdonarte pero tus acciones no cambiaran mi esencia, lo que me hace humano es lo que me hace saber que no volveré a ser sin una razón mas intensa que el pálpito del corazón.

Soy yo porque me gusta, porque no lo elegí, porque sigo intentando vivir sin saber que es la vida exactamente, y eso me hace hombre y eso me hace humano y eso me enseña que puedo ser el hombre que amaste sin que me vuelvas a amar nunca mas.

Soy mas fuerte por ti, más real por ellos y siempre yo por tan pocas razones, necesito no pensar para entenderme y olvidar para dibujarte en mi olvido y me encuentro tan complicado como mi verso y tan simple como mi hoja. Y una vez más tan intenso como mi tinta, soy por mi perdón y mi agradecimiento porque no podré dejar de serlo solo porque ya no estés, déjame pensar para desaparecer entre mis letras y traerte a mi alma tan confusa y estridente como tú ultima mirada.

Olvídame porque yo nunca lo haré y ámame con la misma intensidad con la que te odio, pero antes de cortarte entre mis líneas, entiende lo que nunca escuchaste, te odio porque aun te amo.

La Costumbre

La costumbre a la mentira nos hace ver insignificantes ante el recurso indiscutible de la verdad, la comodidad del engaño, la sutileza de la mirada y la palpitación acelerada delatora de un solo segundo.

Somos cómplices en este único camino de verdades ante la sombra el estrecho de la exageración y la actuación minimalista, somos racionales y a la vez emocionales y nos llena la vida sentimientos únicos de incomprensión, la más triste de las salidas es el sendero de la muerte, la cobardía mezclada entre sangre y la sangre derramada por el miedo.

Somos tanto pero a la vez tan poco y no hacemos más que pensar en el final cuando aun no hemos comenzado, naturaleza humana tan compleja e imperfecta, tan pura y a la vez tan vil, el dibujo insospechado de la mínima verdad y la única mentira.

No nos confundamos, no existen varias mentiras, no existe en ella gama de matices, no existe pluralidad al ser hablada, es la más clara singularidad demostrada como la antitesis de todo lo honesto, de todo lo vivo, de tan solo uno y de todos.

La mezcla de la tinta entre letras inconclusas y palabras divagantes me hacen tan grande como nadie y tan pequeño como todos, no busco la gloria en una frase ni la perdición en otra, busco mi mentira porque ya conozco mi verdad.

Y sigo escribiendo sin un punto inicial y mucho menos uno final, creo la mancha esporádica de tinta entre versos imperfectos en busca de la perfección, digámosle Dios, de aquel que todo lo sabe, el que nos abrió la puerta del libre albedrío y nosotros logramos construir las cadenas de la libertad, aquella que somos todo los días en esclavitud. Normas, moral, creencias, fe……………son tan solo el sinónimo mas barato para limite, llegando únicamente al circunscrito, de mi mentira y mi verdad.

Ustedes son a imagen y semejanza, yo simplemente a puño y borrador. Y que se abstengan sus almas, porque la mía avanza derramando tinta en la oración, y en la plegaria, su eterna incomprensión.

Dentro de Ti


Como se escribe una historia en proceso, una historia híbrida, como se deletrean los detalles y se explican los misterios, como se buscan en el interior de una hoja las verdades de un alma, todas estas y muchas mas son preguntas que no se preguntan sino se sienten, se escriben y se responden al ritmo de mis palabras, de mi tinta y de mi huella.

Soy la nota inexorable de tus peores momentos, la voz de tu conciencia en tus más largos tormentos, la piel de tus pecados en tus más escondidas fantasías y la verdad reprimida de tus mentiras.

Déjame libre aunque no me veas porque solo así serás libre tu también, sincera tus penas en momentos de alegría y sonríe cuando quieras llorar porque en este momento eres lo que quisieras ser y no lo que eres realmente, eres la sombra y yo tu imagen porque has dejado que te controle por miedo, para esconderte, para no mostrarte.

Olvídame porque se que no lo harás, naciste libre y en cadenas morirás y solo tu tienes la llave y solo tu la fuerza para desterrarme, para ahorcarme, para destruirme, pero no te atreves, porque soy mas grande de lo que tu jamás lo serás, porque me miras entre las sombras con miedo, retrayendo la mirada, esquivando tus errores y sabes perfectamente que soy tu dueño, el de tu verdad y tu mentira,

Sabes perfectamente quien soy, soy tú más grande confidente y tu más sumiso traidor,
Soy tu vergüenza

Confesiones de un alma inconfesable

A veces olvido que he vivido bendecido y cargando una maldición, desespero sin cuidado y sin remedio pensando en la sutura del corazón. Vivo entre Ángeles y demonios que esperan encontrar en mi lo que he perdido y entre tanto y tan poco busco la muerte sin encontrar mi vida.

Esta es el alma de un condenado, de la poca fe disimulada en la sonrisa y la pena recogida del corazón. Río porque no se llorar y vivo porque no se morir. Y lo que me aterra entre tanta oscuridad es que he aprendido a querer porque no se amar.

Hoy me han llamado egoísta tres veces, por tres veces seres queridos por tres veces mis virtudes y acepte sin gloria sus reproches, lo acepto porque no quiero, porque no siento, porque la honestidad es la única virtud que le quedan a mis palabras, lo acepto porque no tengo nada mas que aceptar sin decir que he mentido pero solo yo lo sé, nadie mas que yo vive para mentirme y sueña con torturarme. Y es tan simple como afirmar que cuando uno no se siente, no puede esperar que el mundo sienta por él.

No culpo a nadie de mi egoísmo, de mis faltas y mis virtudes, nací bajo el mejor techo, sobre el mejor cuidado y ante las mejores miradas y aun sin entender que me hizo así solo puedo acusarme a mi mismo y pensar en mi para no olvidar mi mayor verdad.

Tengo un solo destino y un único final, como todos, y solo así puedo dejar tanto amor y felicidad para unos, como mi corazón jamás podrá dar, pero las apariencias engañas como solo yo puedo engañar y seguiré viviendo para el disgusto de la vida misma.

Esta es mi primera y ultima confesión, sin conciencia y sin contrición, para que solo Dios la escuche y solo Él la entienda. A la espera de su juicio y su castigo me abstengo. De pie, con la frente en alto y la mirada vacía.

Dicese de un verso


Hoy pienso en tantas cosas que he dejado de pensar, vivo cada momento como si fuera el ultimo recordando el ultimo sin pensar en empezar de nuevo y es que vida solo hay una y la olvide con los primeros pasos que di, ante un mar exuberante de su verde y en la contorneante jugada de sus miradas relegue que moría para vivir de nuevo sin saber lo que hacia.

Escribía mis palabras en tinta, o quizás en sentimiento, juzgaba por la velocidad de mis palabras y no por el ritmo palpitante de un órgano que la humanidad ha olvidado y es que cada reloj late a la misma velocidad de nuestras experiencias lo que nos hace humanos es poder adelantar el tiempo cuando amamos y detenerlo cuando recordamos.

Y es que todo gira en torno de la mujer que amamos, y agradezco porque ese día no a llegado, para poder decir que viví sin ser amado pero viví amando hasta el ultimo minuto, dígase de esto mi novela, su personaje eres tu sin mi y su trama el regreso sin una llegada.

Como decir en cada paso que no viví, si avance tanto que pude rozar con palabras tu alma y con miedo tu corazón y dejar como si fuera un insulto que en las palabras no existe el amor, si todo lo que se dice, se dice porque se siente.

Dejo en una sola hoja mi vida, en un solo verso mi historia y en una palabra mi amor, para la mujer que nunca fuiste a la que siempre extrañe y a la que nunca olvidare.

Solo para ti van estas palabras aunque todavía no existas, aunque hayas sido capaz de caminar en la vida por mis fantasías y en los sueños por mi corazón, dejo entre la lagrima y la almohada lo que alguna vez fue mi pasión dibujado en una gota de tinta que jamás será tuya ni alcanzara la razón.

jueves, 10 de mayo de 2007

Cronología de un recuerdo

Bajo la hierba se esconde tu espíritu, intenté primero al no encontrar palabras que te describiesen, quería dejar de alguna forma poética tu esencia, como te veía, como te recordaba, cuanto te quería aunque ya solo fuera; una parte lejana de tu pasado y una indudable herida en el alma.

Aun siento el rencor, me poso en tus sentimientos y me veo como la victima y el victimario de mis propias palabras, y aun más de las tuyas, fuiste mi mayor dolor y mi más grande angustia y aun así te recuerdo con todo el amor que pudo guardar mi alma cuando te marchaste.

Déjame sentir una vez mas, para que vuelque en estas palabras todo lo que callé en su momento, déjame decirte que te odio porque aun te amo, permíteme olvidarme de ti en tus propios recuerdos y que te describa en mi futuro como jamás pude hablarte en mi pasado. Pero sobretodo déjame sentir tu aroma una vez mas, envuelta entre las sabanas que alguna vez fueron nuestras y ahora son solo tuyas, soy el hombre que dejaste entre las sombras y tu la sombra que me sigue en el camino, en aquel en el que preveo perderme para olvidarte, un lugar donde nunca encontraras mi corazón y usaras toda tu vida para buscarlo y de esta forma, salvaré a quien este tras el tuyo porque nunca retrocederás, nunca voltearas a mirarlo, nunca te interesara, porque seré tu único camino y tu mas triste verdad, soy lo que quisiste siempre pero nunca pudiste tener al no poder amarme.

Me considero valiente porque destruí mi corazón antes de destruir tus sueños, me considero un cobarde al dejarte porque no sabia amar y al no tenerte, saber que había amado y me considero un imbécil al saber que amé sin saber que amaba hasta que te perdí.

Para ti, porque sigues siendo la mujer de todas mis palabras y aunque me odies déjame decirte que yo me odio aun más porque aun te amo, porque aun te quiero, porque aun te odio.

INDECICIONES



Puedo escuchar que el corazón late en los breves silencios en los que espero tu respuesta, se que quizás nunca llegue, se que quizás no lo seré pero casi puedo imaginarlo.

Te tengo perdida entre mi verso y mi almohada, te tengo tan lejos cada vez que me acerco y cada vez que me alejo te siento cerca, eres sin saberlo la única inspiración de mis palabras, de una sola hoja o quizás de miles.

Vivo en la maldición del quererte tanto y sin que me quieras aun te espero sin saber que esperar, escribo tu recuerdo bajo la luz de una luna que no me alumbra, que no me llena, que no te encuentra.

Escribo bajo la preocupación de un que diré, de un que dirán y de un como se dirá, escribo confuso para que no me entiendas para que se pierda el sentimiento en laberintos donde nunca buscaras, escribo sin saber que escribir pero escribiéndote, he ahí el don de mi pluma y la fuerza de mis palabras, porque para cada una de ellas existirá una mujer que siempre vista tu nombre y llene mi alma.

No tengas miedo de lo que aun no pasa ni pasara, escribo esto para descargar entre versos inconclusos mis palabras, hablo con frialdad del amor y con calor del miedo que lo atiborra, tengo miedo solo con saber que soy lo suficientemente valiente para arriesgarme y lo extremadamente tonto para inventarte, en una fantasía cargada de mentiras que nunca serán tuyas pero que ya hice mías.

Eres la curva perfecta de mis imperfecciones, la sonrisa constante de mis penas la mirada cautiva de mis momentos pendientes, soy el hombre que nunca miraste a los ojos pero encontró mi alma en los suyos, soy la broma incesante de tu juego y tu alegría porque para ti seré tantas cosas que no tienen valor y para mi serás el valor de una sola cosa a la que por mis propias razones llamare amor.

¿Para que?

Creo este espacio para poder escribir todo lo que se me ocurra, desde historias, frases, cuentos cortos, pensamientos, etc... para entretenerme, para entretenerlos y escuchar sus comentarios, descubir si en mi futuro pueda llamarme alguna vez a mi mismo: escritor