viernes, 11 de abril de 2008

Su Coca Cola 1.1 (renovada de la cola de mis recuerdos)


- ¿Quiero una coca cola?


- ¿Que?....Gili, son las seis de la mañana…


Las noche se había hecho corta entre las cervezas, las palabras y la resaca, una mujer, dicese por el momento familia, dicese ahora mi hermana, despertó con el cargo de conciencia de muchos amores y pocos recuerdos. Hay que tener en claro que los errores suelen repetirse y nacen con más frecuencia en compañía del alcohol.


La soledad era su más triste enemigo y tomar en su compañía no suele terminar bien. Hice un largo viaje para confirmar sus penas y lo que le causaba más dolor, sus soledades, no era una ni eran muchas pero eran tan diferentes cada vez que las mostraba que podían confundir al ojo más experto y a toda mirada sigilosa que se perdía entre sus lágrimas.


Llenarlo, eran cuatro los hombres, eran cuatro los nombres y era uno el culpable de la poca fe que le tenía al amor, de todo los intentos de llenar un vacío con el sentimiento equivocado. Había sido la mujer del despecho, la mujer de la indiferencia, la mujer del odio y una vez la princesa para alguien que nunca fue príncipe ante sus ojos. Su único deseo era ser la mujer del amor pero había aprendido una sola lección en el camino: cupido es un hijo de puta y sus flechas una puta mierda.


La escuchaba casi despierto, casi dormido, era la victima culpable de un crimen imperfecto, el del amor sin amor. Casi a sus treinta años se encontraba en una frontera casi tangible, de decepción y desesperación que la envolvían aún en esa soledad cada vez más oscura y permanente.


- Tengo la oportunidad de darte una solución – le dije como quien imita a los sabios


- Dime – me miró triste y desconsolada, como si supiera que mi respuesta no llegaría a ser la solución a un problema que llevaba alimentándose de ella más de un año.


- Deja de llenar tu vida de hombres vacíos y tu soledad dejara de ser tu cárcel para ser el puente que encuentre esas dos manos que falten para sostenerlo.


- Porque un puente no se sostiene de un solo lado….


- ….si, una vez me lo dijo alguien que quiero y no necesita las respuestas de mi boca porque sabe que las tiene, solo debe aprender a escucharse


- ¿Entonces?


- Entonces tengo sueño, quiero dormir y solo hay una respuesta más que puedo darte


- ¿Cuál? – preguntó ignorando otros dilemas


- No existe hombre en este mundo que…


- ¿Qué, que?.....¿que me ame?, ¿Qué me quiera?, ¿Qué me llene?


- No, que te vaya a vender una coca cola a esta hora

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